Pedro Ferriz de Con
@PedroFerriz
Existe una idea generalizada entre las
entidades financieras internacionales y organismos que estudian las tendencias
de los países, que el mundo crecerá en estos 12 meses de forma positiva aunque
moderada. No obstante, casos como Brasil se mantendrán en terreno negativo y
otros como Francia, estarán en la dinámica de replantear su modelo de
desarrollo.
A pesar de la perspectiva, existen algunas
variables que le dan un tono opuesto a la previsión.
China planea un menor desarrollo hacia el
exterior y dedicará su mayor energía en fortalecerse, pero hacia adentro, lo
que implica consecuencias para el resto del mundo. Debemos entender que los
chinos han observado un comportamiento histórico a ver su interior, como
prioridad filosófica. Preocupa a ese pueblo y gobierno su enorme población, así
como el crecimiento poblacional que tendrá en este siglo. Y si los chinos optan
por ensimismarse, el ritmo del desarrollo humano habrá de alterarse.
Esto repercute en el latido del
crecimiento. Con el pulso lento, todo se verá afectado. Estados Unidos, que ha
dado sorpresas en su desempeño, también decaerá en el ímpetu de su fuerza productiva
y por consecuencia, México no verá tiempos mejores.
Un menor ritmo de desarrollo en el vecino
del norte, deberá quitar presión a la paridad del peso que se ha venido
devaluando de forma cotidiana, aunque la actividad comercial con Norteamérica,
le pondrá un freno al aparato productivo nacional.
Irán despierta de su letargo y se incorpora
al cártel de productores globales de petróleo. Ya se sienten los efectos de la
sobre producción petrolera lo que ha hecho que el precio de los crudos haya
bajado hasta lugares insospechados. Cuando el petróleo estaba en 150 dólares el
barril, las consecuencias mundiales fueron nefastas. Hoy que está en 30 y la
mezcla Mexicana en 20, los efectos son igual de negativos. Es un juego entre
productores y compradores, en un mundo sediento de energía.
…Y como dicen los franceses: “No tenemos
petróleo, tengamos ideas”, ahora éste pensamiento debe ser aplicable por igual.
Si hoy el petróleo significa sólo el 20% de la actividad económica de México
ante las condiciones presentes, entonces, tengamos ideas unidas a la
imaginación para salir de este momento tan difícil.
México es movido por un sistema antiguo.
Los oligopolios sacan de la competencia a nuevos jugadores nacionales y con el
tiempo, los mismos grupos beneficiados por la protección, también resultan
ineficientes. La decadencia del modelo se hace evidente al paso del tiempo y no
surgen ideas innovadoras que agilicen las palancas financieras, propuestas
empresariales, programas de infraestructura y fomento gubernamental, apartado
de malas prácticas marcadas por una perniciosa corrupción.
Con este cocktail de ideas, urge un diálogo
nacional promovido desde el Estado, en el que se sienten nuevas bases, a fin de
llevar a México a otro capítulo de progreso, que lo meta de lleno al siglo
nuevo que intentamos identificar.
¿Qué hacer?
Primero escuchar la voz de un país molesto.
No conozco a ciudadanos conformes con el
entorno.
El campo está descapitalizado, la industria
sobrevive sin hambre de crecer. El comercio no despunta y se mantiene de
necesidades primarias y excedentes que por flujo derraman las remesas. Los
servicios y las empresas del siglo XXI se ven limitados por una pobre y cara
conectividad que intenta crecer luego de la Reforma en Telecomunicaciones.
La presión fiscal exagera su alcance, lo
que ha provocado que el ente productivo pase a sentirse delincuente.
El gasto corriente del gobierno crece sin
control basado en deuda. Federación, Estados y Municipios proponen el desorden
como estrategia administrativa, en un esquema de corrupción voraz.
México exige un nuevo acuerdo.
El ánimo decae ante una hemorragia
incontrolable.
La solución está al alcance si estamos
dispuestos a ver la realidad.
Hay un cúmulo de ideas que rompen lo
establecido.
Para cambiar, habrá que sufrir la
metamorfosis.
El compromiso que haga la magia de
reinventarnos es camino empinado.
No digo que sea fácil; más bien sostengo
que resulta impostergable.
En 2016 se acumularán problemas. Los
sufriremos juntos. Poner en marcha un paquete de soluciones valientes, será un
acto de amor por México, llevado de la mano de la inteligencia.
Esto aguantará, solo si damos sentido a la
esperanza.
#UnidosPorLaVerdad
#revoluciondelintelecto