Hasta la madre

Pedro Ferriz de Con
@PedroFerriz

Al inicio de la segunda mitad de la segunda década del siglo XXI, el mundo refleja la suma de deseos de todas las naciones para vivir mejor, convivir y diseñar un futuro que le dé tranquilidad a las generaciones que nos vamos, de que dejamos bases en las que se pueda recargar la camada que empuja con juventud al género humano.

Cada día que pasa nos azora por lo que trae. Inquietantes problemas que merecen ser resueltos como nunca antes se hubieran abordado. Conflictos, retos económicos, migraciones, enfermedades, creencias, ideas encontradas y hasta modas que marcan la pauta que conduce al asombro.

Desde mi temprana edad imaginé que lo que hoy es mi presente, estaría envuelto de convulsión y esperanza. Amor y odio. Confrontación y conciliación. Una especie de final, para dar paso al inicio de algo diferente, hasta ahora en vías de crearse. Como si se tratara de una escultura que apenas toma la forma de lo que será una vez terminada. Obra de arte de la humanidad que con esmero se aferra, con el claro objetivo de sortear fenómenos que atentan hasta con la estabilidad planetaria.

Nunca antes se pensó en el cambio climático, en la desaparición de los polos y litorales. En la confrontación de la humanidad y el exterminio, usando al odio extremo como herramienta dispuesta a acabar con todo. Para quien lo genera y lo recibe.

Cada quien con su parte, México y los mexicanos formamos el escenario de la evolución que hemos trazado, con la intención de salir de la mayor crisis vivida hasta ahora.

Inconformes con instituciones, bienestar, engaño, robo, abuso, pobreza, ignorancia y hasta con la fe, empieza a tomar forma la reacción que suma actitudes no vistas antes.

Todo se sintetiza en un grito transgresor, con la fuerza suficiente para hacerlo emblemático:

“¡Estamos hasta la madre!”

Estamos así porque más de la mitad vive en la pobreza. Porque el 1% de las familias es dueña del 43% de la riqueza del país.

Estamos hasta la madre de políticos que se enriquecen en lo que nos gobiernan y hacen grupo para protegerse de la acción de la justicia.

Vivimos inconformes por tener un país petrolero, en el que la energía es tan cara como en otros donde no hay.

Hasta la madre de un sistema educativo caro y probadamente ineficiente.

De un sistema económico en el que casi la totalidad de las empresas que nacen, mueren antes de los 5 años de haberse establecido. Donde la economía informal predomina volviéndose refugio del abuso fiscal.

Hasta la madre de tener un sistema bancario 5 veces más caro que en países desarrollados y que reporta las máximas utilidades a sus corporativos.

Hasta la madre de saber que para nuestra juventud no hay una cancha pareja que estimule la competencia de sus habilidades. Jóvenes que no tienen un sitio desde el que se pueda ver al resto del mundo para retarlo con estatura.

Hasta la madre de usar tecnologías caras y obsoletas.

De saber que nuestra cultura, belleza natural y recursos, siendo únicos en el mundo, no generan mayores ingresos por turismo.

Hasta la madre por la inseguridad y falta de respeto a derechos humanos esenciales.

De saber que nuestros pueblos indígenas son ignorados, arrinconados y maltratados cual si fueran enemigos de una armonía que pretendiera mejor borrarlos.

Hasta la madre de la constante simulación que finge en buenas intenciones, propósitos perversos de dominación que oprime.

Por eso es que nos sentimos así.

Por eso el hartazgo.

Estar hasta la madre es la frase que dibuja nuestro estado de ánimo, que si bien muestra el límite al que nos han orillado, también es pauta de un mejor destino.

Con esto ya pintamos la raya del lindero extremo que alcanzamos, pero también el principio de una nueva conciencia que nos llevará a ensayar soluciones diferentes marcadas por ti.

Trabajadas por ti y los que sentimos lo mismo.

Por eso no resulta mal estar así.

Decir que estamos hasta la madre, debe ser lo mejor que nos haya pasado. Marquémoslo como una decisión y principio de solución.

A la vez que dudamos si podremos cambiar nuestro destino. Se levanta una ola que hará la diferencia, porque así es como lo hemos resuelto.

No más, los mismos resultados.

Estamos por dar el paso.

Juntamos con valor a gente resuelta y unida en propósitos que nos harán dueños del futuro.

Los ciudadanos como tú y como yo estamos “hasta la madre” de los partidos políticos, gobiernos deshonestos, impunidad y trampa. Y fue que llegamos hasta ahí… hasta nuestra madre, para dar un vuelco histórico a lo que hasta hace poco se pensaba imposible.


#UnidosPorLaVerdad
#revoluciondelintelecto